El estómago y sus funciones

Escuela Internacional Li Ping www.liping.es

El estómago y sus funciones

El movimiento de descenso de las entrañas depende del Estómago. Como vimos, las entrañas participan en el proceso de separación de las sustancias alimenticias que nuestro organismo necesita y se encargan de eliminar el producto de desecho, lo que llamamos «lo impuro». En su camino, el alimento sigue un movimiento descendente, que lo llevará desde la boca al Estómago y posteriormente a los intestinos y la Vejiga. Durante este proceso, las sustancias puras son separadas y ascienden, merced a la energía del Bazo. Lo impuro, en cambio, sigue bajando, hasta alcanzar su estadio final, el ano y la uretra, ambos situados en el extremo inferior del tronco. Si el Estómago sufre algún trastorno, por tanto, el movimiento de descenso se verá alterado. Como consecuencia, los alimentos se quedarán estancados en el jiao medio—generando hinchazón o dolor abdominal—o en el inferior—estreñimiento—, o bien se producirá una inversión del movimiento natural de lo impuro, que en vez de descender, ascenderá, dando lugar desde halitosis, eructos o hipo, a náuseas, vómitos o bien reflujo gastroesofágico. La importancia del Estómago en el correcto descenso de los fu queda reflejado en la naturaleza de su punto mu, Zhongwan (12 RM), que es a la vez punto de reunión de las entrañas y trata por tanto muchos de los trastornos de éstas.

La Inquietud

En la cultura china, las emociones o qing (情) son un don con el que el Cielo bendice al ser humano.

Su cometido es brindarnos la capacidad de buscar o de rechazar, de amar o de huir, de reaccionar y de comprender, y de relacionarnos con el exterior y con el resto de seres humanos. Las emociones son aspectos naturales y positivos, que nos permiten sentir, convivir y actuar de acuerdo con nuestros deseos y necesidades.

Sin embargo, al igual que vimos con las energías climáticas, también las emociones pueden crecer en exceso y convertirse entonces en nocivas.

Para diferenciarlas de las emociones «benéficas», solemos traducir las emociones excesivas o patológicas por «pasiones» - del latín pati, «sufrir», «padecer» -.

Las pasiones son una exacerbación de las emociones normales, que se vuelven entonces capaces de dominarnos y anular la claridad de nuestro espíritu, y si son muy intensas o persisten por largo tiempo, de dañar seriamente a los zangfu y al organismo.

Una de las pasiones es la inquietud. Por «inquietud» traducimos la palabra china you (憂), que puede también traducirse por agobio o preocupación.

Si el sobresalto es de carácter repentino, la inquietud en cambio se prolonga en el tiempo, rasgo que la convierte a menudo en una pasión más perniciosa.

La inquietud es un trastorno frecuente en las sociedades modernas, en las que muchas personas viven con la preocupación constante de perder el bienestar que las rodea.

En medicina china se dice que la inquietud «anuda el qi», en el sentido que lo estanca; por ello, los trastornos debidos a esta pasión se caracterizan con frecuencia por una sensación de opresión.

Los órganos más proclives a verse afectados por la inquietud son el Pulmón, el Bazo y el Corazón. En función de cuál de ellos sea el más perjudicado, predominarán unos síntomas u otros.

Cuando la inquietud afecta al Pulmón, la respiración se hace corta y superficial, y la opresión se siente sobre todo en la zona del pecho y los hombros, que tienden a estar tensos.

La persona suele mostrarse triste y abatida, su voz es débil y su tez pálida, y tiende a suspirar con frecuencia.

Si afecta al Bazo, la inquietud puede trastornar las funciones de transporte y transformación de este zang. En tal caso, los síntomas consistirán sobre todo en una sensación de opresión en el jiao medio, junto con distensión abdominal y pérdida del apetito. 

Las cefaleas según la MTC

Los estudios indican que la cefalea crónica afecta en Europa a un 3% de la población. El tipo de cefalea crónica más frecuente es la migraña, que sufren especialmente las mujeres en una proporción de casi 3 a 1 frente a los hombres. Por otra parte, casi un tercio de la población padece episodios agudos y esporádicos de cefalea de tensión, que en el 10% de los casos puede devenir igualmente crónica.

Tradicionalmente, la medicina alopática establecía una gran variedad de cefaleas, en función de sus rasgos patológicos y de su origen. No obstante, hoy en día el dolor de cabeza tiende a agruparse en tres grandes categorías:

• Cefaleas primarias: incluyen entre otras las cefaleas de tensión, la migraña y la cefalea en racimos. Las primeras suelen ser fáciles de tratar en medicina china, y acostumbran a presentarse junto a otros síntomas que procuramos igualmente resolver en consulta.

La migraña o hemicránea, por su parte, es algo más difícil de resolver, si bien su tratamiento con medicina china suele ser exitoso. Es un tipo de cefalea crónica bastante común, caracterizada por ataques agudos e intensos, que afectan a un solo lado de la cabeza y tienden a acompañarse de otros síntomas, algunos de ellos prodrómicos de la dolencia-náuseas, alteraciones en la visión, hipersensibilidad a la luz o al sonido, etcétera.

La cefalea en racimos o cefalea de Horton, por último, es un tipo de cefalea hemicraneal especialmente intenso y virulento, y menos frecuente que la migraña. A diferencia de ésta, afecta más a hombres que a mujeres, y sus ataques no vienen precedidos de signos prodrómicos.

• Cefaleas secundarias: como su nombre indica, estas cefaleas se derivan de otros trastornos, como traumatismos, problemas cerebrovasculares o intracraneales en general, infecciones, medicamentos, drogas, etcétera.

• Cefaleas debidas a neuralgia y otras: esta categoría incluye desde las cefaleas secundarias a la neuralgia del trigémino, que veremos posteriormente, y todas aquellas que no pueden encuadrarse en las categorías anteriores citadas. Las cefaleas de tipo crónico constituyen hoy día un auténtico problema en Occidente, tanto de salud como económico. Conllevan un importante gasto anual en medicamentos, y tienen como efecto secundario un significativo absentismo laboral, al que se suma una evidente disminución en el rendimiento en el trabajo.

Por ello, y teniendo en cuenta los beneficiosos resultados que la acupuntura ha demostrado en el tratamiento de la cefalea crónica, no es de extrañar que instituciones de salud pública como el National Institutes of Health estadounidense recomienden el uso de esta técnica para resolver tal dolencia.